JOSE LUIS FUENTETAJA

Nacido en un barrio humilde de Madrid, su padre provenía de un pequeño pueblo de la parte norte de la provincia de Segovia, José Luis desde muy jóven tuvo clara su vocación artistica. Sus primeros trabajos tuvieron relacion con la decoración de escaparates de unos conocidos almacenes madrileños, alternando sus estudios en la escuela de San Fernando, mientras por las noches hacia cientos de apuntes a su padre, que gustoso posaba, a pesar del cansancio de su trabajo cotidiano.

Sitges apareció en su vida, como un amor a primera vista, que naturalmente fué consolidandose en el devenir del tiempo, acudiendo cada verano, y con los años se convertiria en un punto genérico, desde donde partir a cualquier lugar que hiciera presagiar la incesante actividad pictórica de Fuentetaja, bien en forma de exposiciones, o de captación de situaciones plásticas, vivencias personales y artisticas, como lo sería Amsterdan o Paris. El paseo maritimo de Sitges y sus calles adyacentes, harian de pequeño "Montmatre" versión catalana, donde los numerosos artistas mostraban sus obras, y entre ellos siempre estaría José Luis, y que por esa época habilitaria un estudio en la calle Carreta. Etapa bohemia, repleta de incomprensiones, ilusiones y sueños que forjar,-de todo ello saben bien los espigones de las playas que lindan con el paseo maritimo-.

A José Luis Fuentetaja se le adivina artista, incluso sin conocerle, sencillamente con observar su figura, su rostro bonancible surcado de alambicados rizos de largos cabellos oscuros, su rictus sereno y su hablar pausado y preciso. En apenas unos minutos de estar con el, nos adentraremos en su cadenciosa humanidad, y nos sentiremos como amigos de toda una vida. Como toda persona desprendida y generosa ha recibido la respuesta de la ingratitud, de muchos a los que desinteresadamente ayudó.

Siendo la obra de Fuentetaja interesantísima, por lo buen pintor y maestro del arte que es; su vida personal puede que lo sea aún más, dada su intensidad y variedad y por las muchas luces y sombras que han teñido su vida. Hace unos años, José Luis encontró en la India todos aquellos valores que creia perdidos en nuestra sociedad occidental y decidió compaginar su vida artistica entre su fiél Sitges y tán atractiva tierra. Hablar de su estilo seria hablar de pintura figurativa, con bases cimentadas en el realismo, y que toma del hiperrealismo sólo aquello que le interesa. A diferencia del hiperrealismo frio, meramente fotográfico y carente de vida, las obras de José Luis respiran en un mundo de texturas, calidades y donde de vez en cuando asoma el destello glorioso de un Rusiñol, del impresionismo francés o algún maestro de la pintura nórdica. Es ante todo "pintura-pintura", llena de calidez y vida.

Recientemente abrió su propia galeria en el barrio gótico de Sitges, para que las gentes puedan admirar su buen hacer, mientras el sigue exprimiendo su enriquecida paleta de pasteles y óleos haciendo brotar todo el pálpito de emociones que su maestria pictórica provoca, relatando pasajes de la India, recónditas intimidades femeninas, los atardeceres de playas del olvido, la inocente ternura de un pobre niño en brazos de su madre o la irremediable soledad de un anciano abatido y roto, al que se le intuyen las lágrimas de amargura entre la botella casi vacia y la melancólica mirada del niño que no acierta a comprender el más allá de las sombras que la vida va alargando a ciertos seres.......