Desde que pinto figuras desnudas, que es desde siempre; siendo esta mi temática favorita, por encima de paisajes, bodegones, retratos, etc, he preferido que sea la propia modelo quien marque o cree las poses, limitandome si acaso, a corregir algún detalle, y posteriormente a seleccionar el encuadre que a nivel compositivo me interese.
A lo largo de los años, he podido comprobar, como las poses, -aún trabajando con diversas y diferentes modelos-, se parecian unas a otras, aunque con diferentes variantes y matices. Y es que si analizamos la historia del arte, nos damos cuenta que todo ha girovagado en los mismos "clichés" y patrones durante siglos; sólo cambian las épocas y el estilo personal de cada artista.
También pude percatarme de la influencia, que esa herencia histórica ha dejado en el subconsciente de las modelos, cuando sin pretenderlo han elegido poses que nos recordaban ciertas obras de otras épocas, otros autores, y que de forma absolutamente incosciente han aflorado en el devenir de una sesión de pintura......
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