martes, 26 de noviembre de 2013

¿FALSIFICO SU MUERTE, FERNAND LEGROS?

     Conocí  al arquitecto Blasco, a principios del 2012. Fueron, numerosos momentos, los vividos con este hombre; claro ejemplo de caballerosidad, modales exquisitos, elegancia, de mirada franca, abierta y pensamiento profundo.
    Tomar un café junto a José Antonio Blasco, mientras contemplas el sencillo espectáculo de ver como arden unos leños, en la vetusta chimenea de su casa; es como sumergirse en tardes de cielos en gris platino, en algún condado galés, bajo la penumbra del salón de una blasonada mansión, -que huele toda ella a eternidad-; donde las candorosas y refulgentes luces anaranjadas, provenientes del fuego de la chimenea, ponen el contrapunto a la espesa niebla que pareciera colarse, para barnizar de brumosa nostalgia una conversación mágica; impregnada de recuerdos precisos, de emociones marcadas por el calendario del corazón...     
      Desde la recóndita intimidad del salón modernista, en su casa de Hornachos; el arquitecto ha regalado deliciosos momentos, como aquél donde hacía mención a un extraño personaje, llegado a Hornachos, allá por el año 1995.
    Blasco lo describe, como un hombre de complexión delgada, rondando los setenta años, aunque su físico aparentaba fortaleza y buena salud. Un rostro con barba recortada y canosa, nariz de corte judío, -vista de perfil, pareciera un aguilucho-; vestía de manera informal, hablaba siempre en francés, -ya que su español era más bien escaso y destartalado-. Curiosamente, siempre protegía su cabeza con sombreros o una especie de turbante oscuro y siempre grandes gafas negras.
    -¿Cómo crees que llegó hasta Hornachos?
    -Llegó hasta aquí en uno de esos viajes descubriendo pueblos de la comarca; creo recordar que estaba viviendo en Benalmádena o Estepona; no sé precisar.
   -¿Cómo fue, el quedarse aquí?
   -Decía que le había gustado mucho el pueblo; pero lo que verdaderamente le enamoró fueron las vistas que se observan desde la zona adyacente a la iglesia. Era por la tarde y ver el atardecer le emocionó. Días después me confesaba que aquello le había recordado a Ibiza, desde la parte antigua, sólo que sin mar de fondo.
  -¿Le conociste personalmente, a través del ayuntamiento, creo?
  -Sí, el fue preguntando por el arquitecto local, y le remitieron a mí, vino al estudio. Me preguntó, si yo hablaba francés; le respondí afirmativamente, y a partir de ahí todo fue muy sencillo.
  -¿Cuando le conociste, él ya llevaba algún tiempo aquí?
  -No, que va; era su segundo día aquí. Se alojaba en el Albergue "Castillo de Hornachos", al ver que esto le había causado tan buena impresión decidió construirse una casa, y por ello vino a verme.
 -¿Te sorprendió aquello?
  -Bueno, la verdad que sí, no era normal que alguien de fuera llegue a un sitio y al día siguiente quiera edificar una casa porque se halla enamorado de una puesta de sol !!!!.....
  - Me contabas, que la única persona del pueblo con quien se relacionaba eras tú....
   -Sí, desde el primer momento, creo que hubo una buena conexión y nos entendimos bien. El también agradecía que yo hablara en francés, por lo que la comunicación era fluida.
   -¿Nunca te habló de su profesión?.
   -Sólo dejaba entrever que había sido empresario, pero sin definir de qué.....
    -Tuviste acceso a detalles personales, como fotografías, gustos musicales, literarios, etc?....
    -Sí, algo. Estaba rodeado de libros, -todos ellos en francés y algo en inglés-; la música que solía escuchar era preferentemente brasileña, esas cosas tan propias del carnaval, también algo de frances; pero sobre todo esos ritmos de bosa nova, -creo que así se llama. Fotografías también pude ver; la verdad es que aparecía en cualquier país. Habían imágenes de él en Japón, Australia, Estados Unidos, Brasil, Uruguay,Suiza, por supuesto Francia, China, Inglaterra;  etc.....
    -¿Y nunca te explicó el motivo de esos viajes?.
    -No, pero era curioso; cuando charlábamos me explicaba cosas, y daba la sensación de quererme decir algo más, ahondar en otros conceptos; pero siempre se cortaba, eran intentos que sólo se quedaban en eso: intentos....
  ¡¡Curioso!!...¿Y en las fotos que vistes, encontraste algún detalle curioso?.
  -En su mayoría aparecía rodeado de gente; mujeres guapísimas, también hombres, -sobre todo más jóvenes que él-, siempre llevaba  esas aparatosas gafas negras y en algunas, diría que bastantes, con un sombrero negro. Lucía ropas caras; se notaba que se movía en ambientes de mucho lujo. Recuerdo que en una, aparecía con Silvie Vartan en un espléndido "Corvette" rojo, descapotable, en una avenida parisina; otras en Ibiza, en fin....
   -¿Te dijo, como quería que fuese su casa aquí, en Hornachos?
   -Pues sí, y si se hubiese construido hoy sería lo más exótico de este pueblo.Su idea consistía en anexionar un par de casas, -como las que hay en la zona de la iglesia; tirarlas y construir sobre esos cimientos. Hasta ahí todo normal. Lo raro y peculiar era que esa casa debería ser enteramente acristalada y rematada en una cúpula igualmente de cristal.
   -¿Creo que llegaste a trazar algún boceto o plano de aquello, no?
   -Sí, diseñé lo que el me dijo. La verdad es que cuando me lo propuso me hizo mucha ilusión; era algo tan insólito!!....
   -¿También te explicó algunos detalles más?
   -Sí, a la casa habría que añadir un pequeño sótano para colgar algunos cuadros de su colección. Me comentó muy orgulloso  que poseía algunas muestras de pintura impresionista. Decía que los cuadros debían de contemplarse en un lugar cerrado, sin ventanas; que toda la energía debería de provenir de ellos.
   -Otro detalle gracioso sería la decoración de la cúpula, a base de colocar unos signos al estilo de Miró sobre los cristales y una palabra, que seguramente sería el nombre de la casa, creo recordar me dijiste así, Blasco?
   -Me consultó para ver como podía hacer aquello. Quería que tuvieran calidades reflectantes, pero sin utilizar medios eléctricos. El supuesto nombre de la casa era "Falaise II".
  -De sus costumbres, ¿destacarías algo?
  -Cuando nos veíamos, sobre todo en el Casino, él solía tomar vino de Jerez. No disponía de coche ni le interesaba. Al principio vino con él, un chico de unos treinta años y que después le visitaba esporádicamente; y en sus últimas visitas iba acompañado de una chica de similares características. Al parecer, este chico hacía como de secretario o algo similar....¡¡Ah...también recuerdo me mostró un título del que parecía sentirse muy orgulloso.
  -Y recuerdas de que trataba?
  -Lo nombraban "Marqués de Santa Cruz de Noa", y procedía de algún lugar de España que no recuerdo.
  -¿Hablaba solamente francés?
  -Creo que no. Inglés, creo que también árabe, el rudimentario español y por supuesto francés. También se dejó caer que le gustaba tocar el piano.
   -Blasco, ¿cómo definirías su carácter?
   -Más bien taciturno, reservado, melancólico, también parecía estar de vuelta de todo; un tipo muy curtido al que se le notaba cansado!!!......
   Era Fernand Legros, el vendedor de arte falso más conocido del mundo del arte, que habría falsificado su propia muerte?.....Las descripciones del arquitecto Blasco se aproximan, pero oficialmente Legros moría el 7 de abril de 1983 en Francia.....a no ser qué?....
                            
           Giovanni Tortosa, noviembre de 2013.