Gentilmente recibimos la invitación por parte del matrimonio Galvañ Martí para comer y degustar las exquisiteces culinarias del restaurante "La Galería de David". Su propietario, David Galvañ es hijo del matrimonio, todos ellos naturales de Aspe. El local se encuentra en la céntrica Reyes Católicos de Alicante, y cuenta con tres espacios diferentes: una antesala que hace de terracita, el bar con una larga barra y a continuación se halla un comedor diáfano, amplio y con las mesas distanciadas entre sí para propiciar un ambiente sin ruidos y relajante.
(En la imagen, de izquierda a derecha: David, propietario; Nieves Martí, su madre; Jesús Carbonell, amigo de la familia; y José Antonio, padre de David).
La decoración está presidida por una sinfonía de verdes: desde verdes acuamarinos hasta el verde más oscuro. En realidad, las combinaciones tonales son armónicas y dicho comedor destila una atmósfera con toques caribeños, pero no de postal, sino de un aire intimista. La iluminación está muy lograda, y sabemos que ese es el caballo de batalla de muchos locales de restauración.
Para comenzar el ágape, David nos sorprendió con un vermút fuera de lo habitual, alejado de los clásicos, de las marcas convencionales. De color ambarino, y con un fondo botánico muy potente, el trago nos supo a gloria y el listón se ponía muy alto. Su procedencia era gallega y la marca Rivera. ¡Un verdadero hallazgo para los que somos aficionados al vermut! Unas atractivas zamburiñas secundaron en la mesa. Un bocado fino y elegante en un producto ligeramente gratinado y con un toque final de soja.
Continuó la fiesta con una generosa ración de pulpo gallego, que estaba "al dente" y conformado de aceite y bien sazonado. El profesor Galvañ solicitó un "Rueda" de la marca "Matarromera"; excelente para degustar lo que posteriormente fue llegando.
Posteriormente apareció una fritura de calamar, revestido como una figura escultórica minimalísta. Su textura crujiente nos hizo recordar por momentos las buenas "rabas" del Cantábrico.
En todo el festival gastronómico no podía faltar un plato genuinamente alicantino, como es la ensalada de salazones. Unos tomates "raf" compartían protagonismo con deliciosas lonchas de mojama y huevas de atún. Todo ello, rebañado en un jugoso aceite de oliva. ¡Un verdadero canto al Mediterráneo!...
Un espléndido "teriyaki" de atún coronaba la situación. La combinación del atún apenas con un golpe de calor, junto a unas algas "wakame", salpicados por escamas de sal y con el aglutinante de la propia salsa teriyaki conforman una bella composición estética con refinados sabores.
El ceremonial terminó con un surtido de postres y un "mar de cava". La cocina de este interesante local esta marcada por un claro acento mediterráneo, dejando espacios para diversas fragancias orientales. El protagonismo del marisco y pescado es más que notorio, y el servicio es sumamente atento y respondiendo siempre al ritmo que marcan los tiempos entre cada plato. Todos estos matices hacen de la Galería un local repleto de sugerencias gastronómicas, a la vez que su atmósfera le confiere un grado alto de bienestar a todo comensal.
Como de costumbre en nuestro blog, no hacemos alusión a precios, ni su correspondencia con la calidad. Sabemos que es un tema ambiguo, en el sentido que a veces se mezclan platos fuera del menú y otros procedentes del mismo; luego están las oscilaciones que pueden llevar a lo largo de la temporada, y especialmente cuando se trata de productos de mercado en máxima calidad como es el caso de este restaurante alicantino.
