La antesala del estudio con "Sueños en un museo" como fondo.
Son los espacios donde el artista pasa casi la totalidad de su vida: el estudio; -lugar que cobija los anhelos, los sueños creativos y también son mudos testigos de las frustraciones.
Antesala del estudio, donde se cobijan ciertos elementos decorativos como plantas y algunos cuadros.
Por ello los artistas intentamos que estos
"refugios" tengan toda la calma y a la vez que resulten agradables, que propicien un bienestar;-ya que el tiempo pasado entre sus paredes es infinito.
Los techos abuhardillados siempre les otorgaron sensaciones de leyenda. Posiblemente su origen proviene del París del diecinueve.
El artista-pintor, que no suele ser un oficinista ni nada parecido, no puede mantener un estricto orden; se mueve entre tantos cachivaches, herramientas y demás enseres con absoluta naturalidad. Sabe que puede vivir entre un desorden que controla y que vendría a ser un "desorden-ordenado".
Las velas aromáticas y el incienso no pueden faltar en un ámbito intimista como un estudio.
La música y los aromas son complementos que pueden hacer mas sensitiva una sesión pictórica. Los olores de incienso también sirven para maquillar los otros olores propios de semejante lugar: trementina, aceites, barnices, etc.
Hasta los armarios pueden revestirse de arte.
Las plantas, acompañantes fieles; ponen la nota de frescura y elocuencia natural. Junto a otros objetos como pinturas y alguna antigüedad complementan una atmósfera ya de por sí embriagadora;-al menos para los que somos sus inquilinos.
La adorada luz mediterránea se posa en cada elemento del lugar.
Caballete, pinceles y capote torero.
Paletas, estrellas de mar y un guiño a Venezia.
Las "puertas pintadas" con motivos florales forman parte del ambiente de esta casa- estudio del pintor Giovanni R.Tortosa.
Tabla de Escuela Lombarda, siglo XVII, junto a un candelabro ponen el punto místico.
Textos y fotografías de Giovanni R.Tortosa.
Son los espacios donde el artista pasa casi la totalidad de su vida: el estudio; -lugar que cobija los anhelos, los sueños creativos y también son mudos testigos de las frustraciones.
Antesala del estudio, donde se cobijan ciertos elementos decorativos como plantas y algunos cuadros.
Por ello los artistas intentamos que estos
"refugios" tengan toda la calma y a la vez que resulten agradables, que propicien un bienestar;-ya que el tiempo pasado entre sus paredes es infinito.
Los techos abuhardillados siempre les otorgaron sensaciones de leyenda. Posiblemente su origen proviene del París del diecinueve.
El artista-pintor, que no suele ser un oficinista ni nada parecido, no puede mantener un estricto orden; se mueve entre tantos cachivaches, herramientas y demás enseres con absoluta naturalidad. Sabe que puede vivir entre un desorden que controla y que vendría a ser un "desorden-ordenado".
Las velas aromáticas y el incienso no pueden faltar en un ámbito intimista como un estudio.
La música y los aromas son complementos que pueden hacer mas sensitiva una sesión pictórica. Los olores de incienso también sirven para maquillar los otros olores propios de semejante lugar: trementina, aceites, barnices, etc.
Hasta los armarios pueden revestirse de arte.
Las plantas, acompañantes fieles; ponen la nota de frescura y elocuencia natural. Junto a otros objetos como pinturas y alguna antigüedad complementan una atmósfera ya de por sí embriagadora;-al menos para los que somos sus inquilinos.
La adorada luz mediterránea se posa en cada elemento del lugar.
Caballete, pinceles y capote torero.
Paletas, estrellas de mar y un guiño a Venezia.
Las "puertas pintadas" con motivos florales forman parte del ambiente de esta casa- estudio del pintor Giovanni R.Tortosa.
Tabla de Escuela Lombarda, siglo XVII, junto a un candelabro ponen el punto místico.
Textos y fotografías de Giovanni R.Tortosa.
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