domingo, 4 de enero de 2015

PACO LECHÓN



    Tiene alma de gondolero, en la Venecia de los Dux, de Tintoreto, Casanova, Lord Byron. Podría haber sido un "chanssonier" en cualquier "music-hall" de Montmartre, y hasta un filósofo romano en la corte de Trajano.
  Paco vive en un pequeño pueblo extremeño de benedíctino nombre: Puebla del Prior. Después de una intensa vida dedicada a la danza, su gran pasión; de un ir de allá para acá, de haber rasgado su talento a jirones en escenarios de América y Europa, decidió regalarse una vida de mayor sosiego, quizás con mayor calidad, en tan emblemático lugar pacense; donde nació.
  La mundología; -propia de un hombre barnizado por miles de experiencias mundanas-, aflora en él, nada mas conocerle. en el deje profundo de su mirada penetrante a la vez que dulce, en la forma como gesticula o la fina ironía con la que va salpimentando sus comentarios. Tomar unos vinos con Paco, es siempre un mayestático placer, al calor de sus pinceladas de hombre sabio y exquisito va degranando sus particulares formas de ver los entramados de la vida cotidiana.
Con su alumna Maria José Aguilar.

Como artista, lógicamente tiene su lado crítico en ciertos aspectos político-sociales, y sus                   inquietudes le han llevado a intentar aportar                           tiempo, conocimiento e ilusiones en un nuevo proyecto para con su pueblo.
   Gracias al maestro Lechón los denominados bailes salseros: merengue, bachata, requetón, etc tienen vigencia en "Tierra de Barros", a través de sus clases prácticas impartidas en diversos municipios de esta comarca.
El maestro junto a sus alumnos y amigos, en el Casino de Hornachos.
  Bailes aparte, el maestro se prodiga en amores a su tierra, cultivando vinos de los llamados de "pitarra" y que luego saborea con sus amigos. Y también su lado romántico y soñador aparece en forma de hermosos poemas; casi siempre vinculados a la mujer, a los amores de su vida. Paco, a través de sus versos sublimíza cada recoveco, cada esquina de su ideal femenino. Él sabe que el amor es efímero, que perece con el tiempo; sin embargo lo femenino es una esencia perenne, indeleble, eterna. Y él le canta a través de su prosa  a lo mas hondo del misterio femenino, sus deliciosos y perversos aromas, las eternas incertidumbres, el sabor salobre de una piel recién besada, susurrada, amada.... 
   Es la parte mas íntima, secreta, de un hombre honesto, de innata sencillez, con duende universal, y que sin duda es una de esas perlas extremeñas que uno ha tenido la satisfacción de poder conocer.....      

                                     Giovanni R.Tortosa
Fotos: Paco Lechón y Giovanni R. Tortosa.                                                                                                                                                                                                                                                                                          

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