La pasta puede ser combinada con mil productos, admite sabores marinos, cárnicos, verduras, etc. Hoy, hemos elegido una fórmula de nuestras creaciones: spaghetti con fondo de mejillones en escabeche.
Intentamos que la cocción de la pasta resulte "al dente". Picamos un par de ajos que colocamos en la sarten, a la cuál pusimos una pequeña porción de mantequilla. ¡Alguien se preguntará por el aceite de oliva para esta receta! Al final del artículo daremos la solución. Abrimos una lata de mejillones en escabeche, depositando el caldo que ésta contiene en la sarten. Después procedemos a picar finamente los propios mejillones. Esa misma pasta la añadimos a la salsa, y de inmediato echamos un chorrito de salsa de soja. "Umami" es el extraño apelativo de un sencillo potenciador de sabores, y que trata de un aceite de oliva macerado con guindillas picantes. Se suele usar con un cuentagotas, ya que con sólo un par de ellas tendríamos suficiente.
Una vez que tenemos la salsa bien compactada, echamos la pasta que hemos escurrido previamente por un colador hasta dejarla sin agua. Removemos la sarten para fundir pasta y salsa, para después añadir un poco de pimienta y albahaca. Espolvoreamos unas hebras de algas "hiziki" y pasamos al emplatado. Una vez dispuesto en el plato aplicamos una rociada del oro líquido, es decir aceite de oliva. Como elemento decorativo, colocamos una sencilla rosa elaborada con la piel de un tomate.
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