miércoles, 13 de enero de 2021

CAFÉ CON FRANCISCO JOSÉ PALAZÓN

En un reciente artículo publicado en torosdelidia, hablábamos sobre la gran honestidad y sinceridad de un torero alicantino, aunque algunos le sitúen como nacido en Petrer. Ese torero con mayúsculas tiene como nombre Francisco José Palazón, y esta vez nos sentimos no en la obligación, sino en la devoción de retomar la senda que nos lleva a conocer un poco más a este joven soñador; aunque sus pies estén bien anclados a la tierra.
En el mismo espacio televisivo donde nuestro amigo y compañero en tareas taurinas, Luis Pla Ventura, anduvo junto al entrevistador Teddy García, un profesional argentino como pocos, que fue certificando las palabras salidas del corazón de Luis. Un atrezzo de corte intimista, con un fondo de biblioteca, unos sillones y una mesa donde reposan sendas tazas de café sirven de escenario para que invitado y entrevistador nos regalen un tiempo mágico, donde afloran retazos con las vivencias de los protagonistas.



La imagen de Palazón puede ser la de cualquier deportista o profesional liberal, pero en su caso es torero. Aunque es cierto, en él no habitan los tópicos inherentes a la gran mayoría de los que visten de luces. Ni trasluce las ínfulas de aquellos, cuyo ego rebosan la propia piel. La sobriedad es algo que preside su vida, no hay lugar para artificios de vanidad, ni un ápice de brillo ególatra salta en su conversar. Aparece su lado familiar, donde los ancestros taurinos no existen, y donde su hermana Pilar ha sido fundamental en sus primeros años como alumno y después como novillero.


En Madrid pasó como de puntillas en el terreno personal; allí vivió alguna que otra temporada, toreando en Las Ventas en diferentes ocasiones, pero da la sensación que su atmósfera no le cautivó, quizá por la nostalgia de un Mediterráneo que se hace pleno de luminosidad en las playas del Postiguet, el Paseo de la Explanada o el barrio donde naciera quien para él si merece el apelativo de maestro: José Mari Manzanares, es decir, Santa Cruz.

No tiene ídolos, ni aspira a tenerlos; y eso tal vez le otorgue la sensatez de quienes no envidian a nadie, de los que saben medir las cosas en su justa medida, exentos de fanatismos. En su memoria hay un hueco para Paco Medina, el hombre que supo entrever sus cualidades para la lidia. También Manolo Carrillo, quien fuera su apoderado sigue ahí en su historia personal. Como el nombre de Carmen. Y los recuerdos fluyen, como la tarde estelar de su alternativa; donde podía haber sido Esplá y también Manzanares, y lo fue éste último. Allí le toco en suerte el mejor toro, y también el peor; -a juicio del propio ganadero.

Teddy le interpela por su aparente timidez, a la vez que expresa con su acento argentino, pero no porteño: "un hombre de pueblo, tranquilo, calmado". Luego surge un requiebro por aquello de las querencias no taurinas y sí futboleras. Paco se siente blanco y supone que Teddy es blaugrana; a lo que el argentino le replica con un: "soy más bien herculano". 



 Realmente delicioso el café, junto a este torero alicantino, que muestra la cara más entrañable y puede que humana de un soñador con los pies anclados en la arena; ya sea en una plaza de toros como en los arenales de cualquier playa alicantina. Todo un lujo para los sentidos, esta entrevista del gran Teddy Garcia, una vez más, y con personajes de absoluto lujo humano como Paco Palazón.

A continuación les dejamos la entrevista íntegra:



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