En las culturas orientales los jardines vienen a ser una prolongación de los santuarios; para ellos revisten la misma carga espiritual que las cobijadas en un templo sagrado. No entenderíamos la cultura japonesa sin la elegancia misteriosa de sus prestigiados jardines.
En las culturas europeas, las composiciones vegetales de los jardines tienden a la apertura de espacios, no pretenden el intimismo del mundo asiático, de formas minimalistas. Sólo algunos jardines venecianos, repartidos en las cercanías de la llamada "Perla del Adriático" tienen el eco y regusto japonés, quizás por la enorme influencia oriental que pesa en la ciudad véneta desde que Marco Polo descubriera las maravillas de un mundo exótico y misterioso que se escondía en China.
El matrimonio Carbonell posando en su singular jardín. |
En España, la influencia árabe se deja notar en las estructuras de estos espacios vegetales. La Alhambra granadina sirvió como ejemplo imitativo. El arquitecto Sabatini también dejó la impronta de su particular visión acerca de los espacios ajardinados, especialmente en Madrid.
Los objetos cotidianos se unen al conjunto armónico del jardín. |
Los jardines en casas particulares destilan en muchos casos, los gustos estéticos de sus dueños. Uno de esos lugares con el encanto verde, reside en las proximidades del río Baix-Vinalopó en Alicante. Sus propietarios son la familia Carbonell. Un jardín recoleto y coqueto, con espacios abiertos a la potente luz mediterránea; también en su espacio encontraremos recovecos envueltos de misterio. Jesús Carbonell ideó un entorno casi barroco por la cantidad de detalles que nos asaltan cuando paseamos por el lugar: bicicletas antiguas, botijos, figuras escultóricas, trampantojos, cabañas y chozas que recuerdan diferentes culturas universales, etc. Es como un imaginario "naif" donde los objetos se aunan conformando un micro mundo lleno de fantasía y ensoñación.
Jesús Carbonell ensimismado ante una de las esculturas que adornan el espacio. |
Lugar ideal para recrear escenas pictóricas o fotográficas, donde la inspiración aflora a borbotones...
Un detalle significativo. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario