lunes, 3 de noviembre de 2008

LIVIO DE MARCHI
















Veneciano puro, de varias generaciones viviendo en la "Perla del Adriático", Livio es quizás el artista más carismático y popular que habita en la bella ciudad acuática. Su amor por la madera viene desde niño, cuando ya construía sus propios juguetes con tál material. Estudió arte en escuelas y academias venecianas, haciendo del mármol, el bronce o el vidrio sus aliados, aunque fuera la madera quien ganaría la batalla entre sus materiales preferidos. De las imnumerables gubias de su taller han surgido todo tipo de elementos de lo más dispares, desde sombreros, gabardinas, libros, todo tipo de prendas de vestir, incluidas las interiores, figuras femeninas en plena ducha, incluso algunos modelos de coches, táles como el clásico "escarabajo", un "ferrari" y hasta un "topolino", todo ello en madera sin colorear, al natural, simplemente aplicando una capa de cera, dejando así entrever sus vetas y diversas texturas.





En su taller-galeria situada en pleno sestiere de San Marco, concretamente en Piscina San Samuele (San Marco 3157), nos encontraremos con todas esas emociones artisticas que Livio junto a su hijo Mattia, y su ayudante Cristiano procuran trabajando esas piezas de madera dia a dia, en una labor incesante y llena de fulgor creativo. La obra de este veneciano con semblante "daliniano" y que ironiza sobre si su madre estuvo alguna vez en Cadaqués con Dalí, por su parecido fisico, es conocida en parte del mundo, por su originalidad, la sugestión provocadora con elementos de los más cotidianos. En Venecia, donde el personal es dado a llamar cariñosamente con apodos o sobrenombres, a este artista le llaman "calzone di legno", que viene a ser, "calzoncillos de madera" en homenaje a sus deliciosas obras en semejante material. A pesar de sus muchas ofertas para abandonar su ciudad y promocionar sus obras, Livio prefiere la agradable vida en su tierra, donde puede apreciar el canto de los pájaros, el sonido de los imnumerables campanarios, el saludo de sus vecinos, de sus gentes en fin, la ausencia de transito automovilistico, y tantas sensaciones que le depara una ciudad única como Venecia. Aunque también a Livio le preocupan las problemáticas concernientes al deterioro progresivo de la ciudad, al turismo tán masivo y las embarcaciones con motores y sus repercusiones en la estabilidad arquitectónica en un lugar de tanta fragilidad......

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