Entre silencios que respiran y una vida entre acuarelas, es tu rostro el que dibujan las estrellas.
Eres sólo un soñador que jamás dejará de soñar, pintas con tu propia sangre tu llanto que no deja de llorar.
Un pincel apasionado y acobijado entre tus manos, le quita a la brisa que acaricie el rostro de los olvidados.
Eres pintor, pincel y acaso eres lienzo, quizás, sólo quizás, el ocaso de un viejo comienzo.
Eres amante, eres querido y odiado por tu propio pincel, quizás, sólo tu soledad escucha los gritos de tu piel.
En tus lienzos tu alma tiene un rincón donde amar, tienes tanto y tanto amor por dibujar.
Dibujas acuarelas y siluetas de mujer que lloran en los cielos, bocetos, bodegones y el soñar de tus sueños.
Son tus cuadros la morada de tu propia tristeza, alma de bohemio enredada en tu rareza.
Morirán tus pinceles sobre un redondel bordado de arena dorada, eres el llanto y la pasión de una Luna enamorada.
En el cielo de los errantes dibujarás el llanto de tu corazón, eres un poeta que entre versos pinta su pasión.
Eduardo López.
Eres sólo un soñador que jamás dejará de soñar, pintas con tu propia sangre tu llanto que no deja de llorar.
Un pincel apasionado y acobijado entre tus manos, le quita a la brisa que acaricie el rostro de los olvidados.
Eres pintor, pincel y acaso eres lienzo, quizás, sólo quizás, el ocaso de un viejo comienzo.
Eres amante, eres querido y odiado por tu propio pincel, quizás, sólo tu soledad escucha los gritos de tu piel.
En tus lienzos tu alma tiene un rincón donde amar, tienes tanto y tanto amor por dibujar.
Dibujas acuarelas y siluetas de mujer que lloran en los cielos, bocetos, bodegones y el soñar de tus sueños.
Son tus cuadros la morada de tu propia tristeza, alma de bohemio enredada en tu rareza.
Morirán tus pinceles sobre un redondel bordado de arena dorada, eres el llanto y la pasión de una Luna enamorada.
En el cielo de los errantes dibujarás el llanto de tu corazón, eres un poeta que entre versos pinta su pasión.
Eduardo López.
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