FERNANDO DE LA CALLE "El Cuarto Poder"

Viajero contumaz, igual se le ve fotografiado junto a un enorme templo ruso, marcándose unas "sevillanas" en suelos hispalenses que por las calles del barrio de La Viña en la bullanguera y genial Cádiz; aunque Nava siempre será el simbólico punto de partida. Fernando es un adalid del buen vivir, un explorador de sensaciones. Profesor a la vez que corresponsal de Nava de La Asunción y Navas de Oro en el Norte de Castilla, como todo periodista intenta conseguir el equilibrio y justeza en su trabajo, esa objetividad periodística y que se antoja tarea difícil, porque ante todo se es humano y eso siempre lo complica todo.

De rasgos intensos y contrastados, en su rostro de "hijo de buena familia de toda la vida", subyacen retazos de una castellanía antigua, -como de haber vivido en las huestes palaciegas de Enrique IV, en los aposentos del regio Alcázar segoviano-,y al igual que el monarca comparte los placeres sibaríticos. Fernando, como todo personaje carismático y comprometido es odiado y admirado al unísono. En su controvertido blog "El Cuarto Poder", sobresale por encima de otras temáticas, los avatares políticos de su amado pueblo, Nava de La Asunción; la cotidianidad de la derecha e izquierda local, o como diría don Antonio Machado, "las dos Españas, frente a frente".....Fernando abre las rejillas de su confesionario cibernético para que los seguidores del mentado blog desnuden sus almas y limpien sus conciencias políticas. No cabe duda que es una labor higienizante y redentora la de Fernando De La Calle. El "famoseo" es otra de sus querencias particulares. Fernando se muestra como un "fetichista" del tema, posando junto al popular o famosillo de turno, en una liturgia donde el cronista muestra sus ojos iluminados y una pequeña y sutil mueca en los labios pareciera como un delicado guiño a la "feria de las vanidades".

Llegará el día donde el cronista navero se transforme en pájaro libidinoso, -cuál vampiro castellano-, para otear y sentir desde las cresterías de los conventos segovianos, a la hora del rezo de "maitines", las voces seráficas de sus últimas novicias, haciendo las delicias de un priviligiado "voyeur". Mientras tanto, la ciudadania segoviana seguirá poblando sus céntricas calles, repletas de algarabia, consumiendo "tapas" en "La Oficina", "José Maria" o "El Bernardino" a la espera que resuenen las trompetas del "Apocalípsis".....

Fotografía "El Cuarto Poder".