Nace en París en 1936, siendo su padre español y francesa la madre. Allí estudió Bellas Artes. Comenzaba una carrera artística, donde se sucederían las exposiciones de manera continuada, a la vez que la fuerza y contundencia de su obra iba tomando carta de naturaleza, donde los colores ardientes, sienas, rojos, carmines, ocres tostados, incluso aquellos fríos como el verde o azul, parecen arder en sus paisajes. Philippe, que desde los años setenta vive en el conocidisimo Fuentealbilla, -pueblo de Albacete, donde nacería el jugador barcelonista Andrés Iniesta-, cargó su imaginario equipaje de escenas parisinas, de situaciones ambientales que distan mucho de la idiosincracia de la tierra manchega de adopción. Luego, sus pinceles y paleta harían el resto= floreados paisajes, repletos de refulgentes colores, la rotundidad de los cuerpos que pinta, las carnalidades terrosas de sus mujeres, exudando lujuria con citan todo un festival "sacralizado" al deseo. Pintura directa, sin ambages, tal y como sale del temperamento ardiente y exacerbado de este pintor manchego-parisino.....
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