sábado, 27 de julio de 2019

PLA VENTURA CON LUIS FRANCISCO ESPLÁ

Pla Ventura junto a Luis Francisco Esplá. Fotografía de Pepe Tébar.

El periodista Pla Ventura forma parte de la crítica irreductible y siempre combativa que la tauromaquia tuvo  junto a ella. Mi gran referente como crítico fue Alfonso Navalón Grande; con él aprendí los vericuetos  que llevaban a la tauromaquia de bisutería, aquella esencia perversa que hacía de un arte encomiable, noble, lleno de misterios ancestrales a un remedo de trucos, falsedades, a una concepción artística que nada tenía que ver con la herencia de los grandes maestros de la tauromaquia. 
   Recuerdo que Luis Pla Ventura escribía en "Mundo de los toros", que curiosamente se hacía en Baleares. Los años ochenta fueron tal vez la última gran época del toreo moderno. La cantidad de figuras existentes, la variedad de encastes que estas lidiaban. Se vivían verdaderas competencias en los ruedos, no sólo en quites; nada que ver con la situación de absoluta comodidad que envuelve hoy el planeta taurino. La cacareada "corrección política" también invadió este sector, que hoy parece aletargado ante los continuados ataques que cualquier ignorante en estas materias ejerce contra la tauromaquia.
   Luis Francisco Esplá Mateo ha sido un torero atípico, nada convencional y que no hubiera desmerecido en cualquier época del toreo. Para nuestra suerte, Esplá nos mostró con su tauromaquia aquello que tenía de nostalgia, de una filosofía torera que no pudimos vivir. Las "misse en scene" de Luis Francisco tenían los incentivos de hacernos partícipes de suertes como la de banderillas, donde el espíritu de Gallito, Maera o Sánchez Mejias afloraban, o un lance capotero de Marcial Lalanda como "la mariposa" resurgía en manos del torero alicantino.  Y si encima ejercía como director de lidia, la cosa podía tomar un interés máximo por los aficionados. Recuerdo como momentos "Esplanianos" la tarde isidríl de la consagración de Ojeda. Mientras el público de sombra se decantaba por el sanluqueño, el sector más crítico como el 7 y buena parte de la zona de sol respaldaban los modos y conceptos del alicantino. También, y compartiendo cartel con Manolo Vázquez y Miguel Espinosa, Luis Francisco brilló con la luz diamantina de las playas del Postiguet. Echamos en falta su tauromaquia, unos modos y actitudes en el redondel sacro de un torero-pintor que asustaba los miedos hoteleros de antes del festejo perfilando esbozos de figuras femeninas.

3 comentarios:

info@montacal.com dijo...

Querido Govanni: Casualmente he visto tu página en la que haces referencia a mi persona y quería agradecerte el detalle.
Me gustaría platicar contigo para hacerte una entrevista para nuestra página TOROSDELIDIA.ES
Si me gustaría que me respondieras a mi correo actual: info@montacal.com
Muchísimas gracias por tu detalle y, por favor, cuenta conmigo.
Un abrazo
Luís Pla Ventura

info@montacal.com dijo...

Querido Govanni: Casualmente he visto tu página en la que haces referencia a mi persona y quería agradecerte el detalle.
Me gustaría platicar contigo para hacerte una entrevista para nuestra página TOROSDELIDIA.ES
Si me gustaría que me respondieras a mi correo actual: info@montacal.com
Muchísimas gracias por tu detalle y, por favor, cuenta conmigo.
Un abrazo
Luís Pla Ventura

info@montacal.com dijo...

Querido Govanni: Casualmente he visto tu página en la que haces referencia a mi persona y quería agradecerte el detalle.
Me gustaría platicar contigo para hacerte una entrevista para nuestra página TOROSDELIDIA.ES
Si me gustaría que me respondieras a mi correo actual: info@montacal.com
Muchísimas gracias por tu detalle y, por favor, cuenta conmigo.
Un abrazo
Luís Pla Ventura