La clientela se va asomando con miradas de "voyeur" a las vitrinas alojadas en la barra; mientras Alfonso no cesa de abrir el grifo de la cerveza y servir vinos de la "Ribera". El personal quiere ver en ese pequeño escaparate, las ultimas creaciones de María José Conde; es decir: sus afamadas tapas y "pinchos".
Siendo domingo y mediodía, el ritual del "vermouth" se hace presente y al local llegan gentes ávidas de saborear las "delicatessen" de la casa.
El alcalde Maroto, con su figura enjuta y rostro medieval; -a falta de chaquetilla, jubón y calzas, comparte unas cañas junto a sus amigos y fieles compañeros de regencias. Cercano al grupo se encuentra Amador Marugan; el historiador local y reportero del diario "El Adelantado", tocado con su sempiterna gorra de marino en tierras castellanas.
Al otro lado de la barra; Fernando de la Calle, sumido en su autocomplacencia mientras saborea una ración de "rabas". Se sabe un francotirador literario de todo cuanto se mueve en Nava de la Asuncion desde su blog: "El Cuarto Poder". Y también aparece el ex-regidor Santiago de la Cruz; lo que significa que los "pinchos" del "Bulevar" no tienen preferencias políticas y que gustan a todos.
Junto a uno de los grandes ventanales, que dan a la confluencia de las carreteras de Coca y Navas de Oro se encuentra la joven diseñadora Claudia Garcia, ataviada con uno de sus particulares modelos en tono rosa vibrante al modo de un capote torero. Se nota que la "religión pagana" llamada Tauromaquia esta entre sus querencias y ella así lo hace notar.
Parece como al margen de todo lo que se cuece en esa atmósfera peculiar del bar. Saborea unos aperitivos, a la vez que toma notas en un cuaderno de apuntes sobre ideas que de repente refulgen en su mente, y que en un futuro servirán para poner orden en sus creaciones que son un festival de colores.
Claudia vista de perfil, es como una semblanza "vintage"; pareciera una dama venida del París de los gloriosos años veinte; -con toda la resaca que dejaron los impresionistas a su paso. De ojos altamente expresivos y vivarachos; que son como las vidrieras por donde se filtra la luz y sobre todo la fiebre colorista que preside sus creaciones.
Ayer, la diseñadora puso "patas arriba" el claustro del monasterio de Santa María La Real de Nieva; convirtiéndolo en una pasarela donde sus modelos anduvieron mostrando lo mejor de su colección ante cámaras para preparar la próxima temporada.
Claudia; diseñadora castellana de Tierra de Pinares, con indudable toque andaluz y joven redentora de lo que este país no puede ni debe perder: sus raíces....
Giovanni R.Tortosa
Fotos: Web Claudia Garcia y
Giovanni R.Tortosa.
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