La belleza de Segovia es en semana santa, mayor si cabe, con unos desfiles pasionarios llenos de austeridad pero también de elocuente estética. No espere el visitante alardes barrocos al estilo andaluz, grandísimos exornos florales, ni altisonantes expresiones populares. Lo de Segovia es mucho mas contenido, sobrio como el respirar de Castilla.
Los pasos llegan hasta la catedral desde sus barrios, para iniciar el desfile desde la llamada "Dama de las Catedrales". Las numerosas bandas de tambores y cornetas desfilan desde la románica iglesia de San Millán hasta la propia Plaza Mayor para participar en la procesión, a las 20´30 horas. Tallas de Gregorio Fernández, Aniceto Marinas o Ricardo Flecha desfilan en amplias carrozas sobre ruedas, con exiguos ornamentos florales y bien iluminados. La procesión discurre con gran amenidad y fluidez, sin parones ni cortes en su discurrir. Numerosos penitentes infantiles, cubiertos con capuces y portando faroles y báculos de encendidas velas ponen un refrescante acento, en medio de otros penitentes mayores, caminando detrás de cada paso y que nos retrotraen al oscurantismo medieval, cargando rústicas y pesadisimas cruces, que a nadie dejan indiferentes.....Los catorce pasos desfilantes concluirán su recorrido en el singular Acueducto....
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