domingo, 1 de febrero de 2009

FERNAND LEGROS






















Multimillonario excéntrico, , cautivador nato, refinado, culto, , ex-alumno jesuita, bailarín profesional, agente secreto de la CIA, embajador de varios paises al mismo tiempo, y sobre todo "rey de los marchantes de arte"....





Nacido en Ismailía, el 26 de enero de 1931, mientras su padre trabajaba en las obras del Canal de Suez. De madre griega y padre francés, de adolescente ya jugaba y coqueteaba con Georges Moustaki. Más tarde se uniría Claude Francois, cuya familia estaba vinculada a la Compañia del Canal. Todos ellos eran vecinos y residian allí por imperativos laborales de sus progenitores. Tanto Georges como Claude serian reconocidos intérpretes de la canción francesa. Estudiante en El Cairo y luego en La Sorbona, seria en Paris donde se iniciara como bailarín en el ballet del "Marqués de Cuevas", participando incluso, en papeles secundarios de alguna película de esa época. Estos ambientes le hicieron conocer entre otros, al secretario general de las Naciones Unidas, del que se haría amante, proporcionando a Fernand su entrada en los oscuros pasillos de la politica internacional, y que le convertiría en agente secreto de la CIA. En Nueva York conocería gentes relacionadas con el arte y que le motivaron en su futuro decantamiento hacia el negocio como vendedor de cuadros. Un dia paseaba con un amigo, hijo de un galerista en Madison Avenue, parandose en las vidrieras de la galeria del padre de este, mostrandole dos cuadros de Matisse que allí estaban expuestos. -Uno es falso-dijo-. Estaba yo presente cuando mi padre se lo compró a un falsificador. ¿A que no adivinas cuál es el auténtico? Fernand quedó muy apabullado después de elegir el falso. -No te sorprendas-le dijo su amigo-; a cualquiera le puede ocurrir. Pero reconocerás que es bastante repugnante comprar un cuadro falso en quinientos dólares para venderlo en cien mil....A Fernand le pareció absurdo pero no repugnante.




También se preguntaba en que se basaba el precio de un cuadro. -Un veinte por ciento en el nombre del artista y el ochenta en el vendedor-; le respondía un experto. -Cuanto más prestigio tenga el vendedor la obra tendrá más solvencia y será más cara-, apostilló. A Fernand le parecia cada vez más absurdo ese mundillo. Todavía más incoherente le resultaba conocer los 140.000 Utrillos que habian en Estados Unidos, o los 103.000 Corots, o los 113.000 dibujos a sepia de Watteau. Hay para todos los gustos.... Lo malo de la pintura moderna, es que se hace con rapidez y se imita con facilidad. La pintura antigua ofrece mas garantias, con o sin expertos.




La carrera como marchante de Fernand Legros comenzó vendiendo pequeños dibujos de Picasso, Matisse o Juan Gris a conocidos y amigos, entre los que estaban algunos personajes del Hollywood de la época, táles como Marilyn Monroe, Linda Darnell, James Dean, Maria Félix o Jayne Mansfield. En apenas unos meses Fernand ya era millonario. Con sus aires vaporosos, -Fernand no era un marchante cualquiera-, estando frente a un cuadro, traducia algunos versos franceses para que sirvieran de comentario a la obra expuesta, o bien podia sentarse al piano para tocar Chopín como un virtuoso, siempre deslumbraba a sus clientes, que acababan rendidos a sus encantos, y el negocio era cosa hecha. Aunque sus tendencias eran homosexuales, no tuvo reparos en casarse con una mujer norteamericana para conseguir la nacionalidad americana.




Sería en Miami, donde conoceria a un húngaro exiliado con aspecto aristocrático, que hablaba profusamente de sus orígenes nobles, pero nunca de su oficio como artista pintor. Para ambos, este encuentro marcaría sus vidas. Elmyr de Hory vagaba por el mundo, desde que los nazis saquearan su pais y tanto el como su familia serian victimas de tál situación. Habia malvivido en Paris, como pintor con escasa suerte, hasta la tarde en que una amiga galerista vió en su estudio de Montmatre, un pequeño dibujo hecho por el mismo, y que creyó era de Picasso. Se lo compró inmediatamente y Elmyr quedó absolutamente confuso. Aquel detalle puede que marcara el antes y el después en la carrera artistica y vitál de Elmyr de Hory.




Era la época, -los años sesenta-, donde los ricos, los nuevos ricos y en especial, los ricos del petróleo americanos ansiaban poseer arte, estaban ávidos de invertir, a ser posible, en cuadros impresionistas o postimpresionistas. Por lo que Fernand tenia su campo abonado para ello. Mientras Elmyr no paraba de pintar "versiones" de Modigliani, Matisse, Bonard, Picasso, etc Fernand no cesaba en sus viajes por el planeta, colocando las piezas a caprichosos coleccionistas. La habilidad y talento de Elmyr, en sus "réplicas" era tál, que los expertos emitian sus certificados de autenticidad como si fueran obras pintadas por sus autores, a los que Elmyr imitaba. A Fernand se uniria Réal Lessard, amante y socio en tán próspero negocio, a la vez que convivia con una pléyade de jovencitos, que promulgaban su amor al inefable y singular Legros. Era un "haren" rodante, que girovagaba en torno a Fernand y sus caprichos de millonario sin escrúpulos, generoso para con ellos y caprichoso sin limites.




No solamente eran coleccionistas particulares quienes comprasen cuadros a ambos socios, sino algunos museos colgaron en sus paredes obras salidas de los pinceles de Elmyr. Un museo de Tokio compraría hasta cinco obras. Animados por ello, los dos socios "rizarian el rizo" de su osadia compartida, cuando Réal Lessard se presentó en casa del cotizado pintor holandés Kees Van Dongen, residente en Monte Carlo. Le mostró un lienzo que representaba a una bellísima mujer, de sensuales labios rojos y engalanada con un collar de perlas azules. El octogenario pintor habia ganado una amplia fama en su juventud como hombre sensual y mujeriego. Estudió cuidadosamente el cuadro, luego sonrió con añoranza, recordando el pasado. -Si, dijo, claro que es mio. Tenia todavia el recuerdo de la modelo e incluso contó cuantas veces habia interrumpido la ejecución del cuadro, para hacer el amor con ella. En el dorso del lienzo, habian pegado un certificado donde figuraba el titulo y medidas, y donde sólo faltaba la firma de autenticidad, a lo que Van Dongen estampó su temblorosa firma en el.....El subsodicho cuadro había sido pintado, -cómo tantos otros-, por Elmyr. Que los expertos se equivocaran, ya no era tán grave, también lo hacian los propios autores. Por supuesto, para Fernand todo ello le divertía, pues cada vez vivia situaciones más absurdas, y él era el incuestionable grán filósofo del absurdo......




Fernand moriria en Francia, debido a un cáncer de garganta. Pensaba casarse con la cantante Marie Vincent.....

8 comentarios:

carlos dijo...

Artículo muy interesante. Para divertirse conociendo más sobre la vida de este marchand leer el libro de Roger Peyrefitte "La increíble vida de Fernand Legros" hay ediciones con otro título. El último que recuerdo es cazador de cuadros.
Carlos Rodríguez. Histriador del arte
Mar del Plata-Argentina

GiovanniTortosa dijo...

Muy agradecido por tu comentario, CARLOS. Precisamente, el ejemplar que yo tengo está fechada su edición en 1977, concretamente en Ediciones Ultramar de Buenos Aires. Aunque un tanto grandilocuente y exagerada, la biografia que hace Peyrefitte sobre Legrós es bastante acertada. Y esto, lo digo por haber hablado con personas que conocieron a Legrós, las cuales aseveran su compleja personalidad y una vida muy poco común....

Agustin R. Vidal Martinez Bayo dijo...

Giovanni, gracias por tu excelente resume de la vida de este personaje. Lei el libro hace muchisimos años y lo que mas me sorprendio fue su capacidad de burlar la ley de mil modos distintos. Lo mas ingenioso a parte de lo de los miles de Rembrandt que metio a USA certificados por mismisimo gobierno fue la manera que contrabandeo el oro dentro del ancla de su barco...realmente un personaje.

Unknown dijo...

Me ha encantado leer tantos datos que me resultan familiares y otros que por supuesto desconocía. Mis padres estuvieron trabajando en París para Legrós durante 3 años y por supuesto fueron testigos de sus amistades más variopintas, aunque sólo supieron años después que las obras que vendía no siempre eran originales.
No se porqué hoy me ha venido a la cabeza su nombre y buscando información, he dado con tu blog.
Buscaré los libros que comentáis para poder saber un poco más.
Muchas gracias

Unknown dijo...

Está la película "F for fake" que habla del mismo sin mencionarlo.

Olga dijo...

Lo que nadie dice de Legrós,es que era un miserable que engañaba a De Hori,pagandole miserias por los cuadros que revendía a precios enormes.Ademas Elmir,nunca firmó una copia de ninguno de los cuadros que realizó,quizas para mitigar remordimientos,los que los firmaban eran Legrós y su amante Real,que tambien se lo habia robado a De Hori,que fue quien lo conoció primero.El castigo le llegó por donde merecía,esa garganta con la cual engañó a tanta gente,se enfermo de cancer y le causó una muerte horrible.Justicia poética,diríamos No?.

Unknown dijo...

Olga, deberías leer 'Desmontando a Elmyr' (Edit. Sloper 2018) para informarte del papel de Legrós, Lessard y Hoffmann/Hory en la trama de falsificaciones montada entre los años 50 y 80 del pasado siglo.

Unknown dijo...

Desmontando a Elmyr (Edit. Sloper 2018)